LA TRAGEDIA QUE PUDO SER
La pasada madrugada, en Burgos, ETA ha intentado producir una matanza. Esta vez, milagrosamente, no se ha producido ninguna víctima mortal. 65 heridos, de carácter leve y enormes destrozos, tras la explosión de una furgoneta cargada de explosivos colocada junto a una casa cuartel de la Guardia Civil, es el balance de un acto inútil e insensato. La vida de mujeres y niños, ciudadanos anónimos no tiene ningún valor para unos asesinos que cincuenta años después ya deberían entender la inutilidad del daño que producen. Quiero expresar mi solidaridad con las víctimas del terrorismo, con la Guardia Civil, la Policía y con tantas personas que nos ofrecen su tiempo, su esfuerzo y a veces hasta su vida para defender nuestra seguridad y nuestro modo de vida. Es el momento de demostrar nuestra fortaleza, nuestro deseo de avanzar hacia adelante. No podrán doblegar nuestra voluntad. Es el momento de afianzar nuestras convicciones. Es absolutamente necesario. Por tantas víctimas anónimas. Por su recuerdo.
Jesús María Uriz
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