domingo, 29 de septiembre de 2013

EL LABERINTO CATALÁN

Todos nosotros, en cuanto a seres sociales, debemos tratar de aportar a los demás nuestros conocimientos y aptitudes para mejorar entre todos la calidad de la vida en común. Cada uno tenemos nuestros problemas e inquietudes a los que tratamos de dar respuesta cada día. El desafío nacionalista no es solo un problema de los catalanes y, en menor medida, de los vascongados. Nos afecta a todos los españoles donde quiera que vivamos o hayamos nacido. Los partidos políticos, de una manera poco responsable, nos han metido en un laberinto del que ni saben, ni quieren, ni pueden salir. Desgraciadamente, las víctimas son las personas más indefensas a quienes se les niega toda la información para impedir que puedan tomar sus propias decisiones. Es necesario conocer las consecuencias nada gratas que pueda tener si se toma una decisión equivocada. Los partidos más nacionalistas, no solo en Cataluña, tratan de recoger el fruto de nuestros errores. Tengo que reivindicar al pueblo catalán, víctima de unos pésimos políticos que miran más sus propios intereses. El socialismo español quiere estar en los dos lados de la barrera. No se puede alimentar a la bestia y después decir que ha crecido demasiado. No se puede ser nacionalista y socialista, ni pretender alcanzar migajas de poder a costa de sacrificar los principios fundamentales de la izquierda. No se puede romper España para después unir los trozos en sistemas federales o confederales. Eso tiene un nombre, lo hagan los coroneles o un grupo de políticos sin escrúpulos: Golpe de estado. Los catalanes, españoles hasta la médula, son un gran pueblo que merece todo nuestro aprecio. Siempre tendrán nuestro apoyo si pretenden librarse del yugo nacionalista. Sí, todos tenemos derecho a decidir, a tomar nuestras propias decisiones, pero en libertad con la verdad por delante, para que seamos conscientes de las consecuencias y responsables de nuestros actos.

domingo, 8 de septiembre de 2013

JJ OO, UNA GRAN DECEPCION


Pasadas unas horas desde la elección de Tokio para ser la sede olímpica en el año 2020 puede ser el momento de una serena reflexión. Un torrente de ilusiones y esperanzas, con una gran movilización de autoridades, deportistas y, en definitiva, la población civil no podía ocultar una realidad. No busquemos conspiraciones ni intenciones maliciosas. La verdad es que nuestro proyecto tenía pies de barro. Austeridad era una palabra que se ha entendido como una muestra de inseguridad en nuestras capacidades económicas para organizar y celebrar tan importante evento. Ni la elocuencia en las palabras ni unas eficaces presentaciones pueden disimularlo. El empate con Turquía  fue inesperado, pero no debía ser una sorpresa. Apeados en la votación para el descarte inicial, tenemos que reconocer que Tokio ha sido una justa elección. Reciban mi más sincera felicitación. No perdamos tiempo y esfuerzo en fustigarnos ni buscar responsabilidades. Nuestros deportistas deben prepararse para que podamos acudir a la capital nipona con una digna representación que defienda con honor los colores nacionales. Nuestro firme y entusiasta apoyo no les faltará cuando desfilen tras el abanderado que porte nuestra enseña nacional. España tiene problemas. El día a día de los españoles supone afrontar serias dificultades, pero no dudemos en avanzar de frente con decisión. La cita, el año 2020, es en Tokio. Estaremos preparados.

martes, 3 de septiembre de 2013

ESPERANZAS Y TEMORES AL COMIENZO DEL CURSO POLITICO

Con la llegada del mes de septiembre van volviendo las actividades habituales. Las vacaciones van quedando atrás. En nuestras tertulias recuperamos los viejos temas que nos acompañaban habitualmente. Un viejo adagio periodístico dice que las buenas noticias no son noticia. El drama de tantas personas sin trabajo ni futuro sigue siendo nuestro principal problema. El número de demandantes de empleo lleva ya varios meses descendiendo aunque la cifra será, durante mucho tiempo, muy importante. Una buena noticia. Es hora de mirar hacia adelante y con confianza, poner todos nuestro esfuerzo y solidaridad con los más necesitados. El tema de la corrupción nos ha hecho perder mucho tiempo en un inútil debate sobre donde hay más pillos y desaprensivos. Que los tribunales de justicia hagan su trabajo y tengan la última palabra."Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra", podemos leer en el Nuevo Testamento. Es hora de reformar estructuras y quitar todo lo viejo y caduco. Nuevas ideas para una nueva sociedad en constante evolución. Vuelve Gibraltar, la última colonia en territorio europeo. Un  anacronismo en pleno siglo XXI. Es necesario diálogo y cooperación entre Gran Bretaña y España. No vamos por buen camino. No podemos olvidar Cataluña y tenemos que ofrecer a sus ciudadanos todo nuestro apoyo y solidaridad. Españoles son, por derecho, desde que España comenzó a existir hace ya tantos siglos. El deseo secesionista de algunos políticos, quizá por ambiciones personales, les lleva por una tortuosa senda a su perdición. Todavía hay tiempo para rectificar tan equivocado camino. Es propósito de este cronista ser testigo fiel de cuanto va aconteciendo. Gracias a los lectores que en lugares tan distantes del mundo me honran con su confianza. Es para mi un gran estímulo para continuar con esta tarea.