domingo, 8 de septiembre de 2013

JJ OO, UNA GRAN DECEPCION


Pasadas unas horas desde la elección de Tokio para ser la sede olímpica en el año 2020 puede ser el momento de una serena reflexión. Un torrente de ilusiones y esperanzas, con una gran movilización de autoridades, deportistas y, en definitiva, la población civil no podía ocultar una realidad. No busquemos conspiraciones ni intenciones maliciosas. La verdad es que nuestro proyecto tenía pies de barro. Austeridad era una palabra que se ha entendido como una muestra de inseguridad en nuestras capacidades económicas para organizar y celebrar tan importante evento. Ni la elocuencia en las palabras ni unas eficaces presentaciones pueden disimularlo. El empate con Turquía  fue inesperado, pero no debía ser una sorpresa. Apeados en la votación para el descarte inicial, tenemos que reconocer que Tokio ha sido una justa elección. Reciban mi más sincera felicitación. No perdamos tiempo y esfuerzo en fustigarnos ni buscar responsabilidades. Nuestros deportistas deben prepararse para que podamos acudir a la capital nipona con una digna representación que defienda con honor los colores nacionales. Nuestro firme y entusiasta apoyo no les faltará cuando desfilen tras el abanderado que porte nuestra enseña nacional. España tiene problemas. El día a día de los españoles supone afrontar serias dificultades, pero no dudemos en avanzar de frente con decisión. La cita, el año 2020, es en Tokio. Estaremos preparados.

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