domingo, 14 de febrero de 2016

CUARESMA Y MISERICORDIA

      En este Año de la Misericordia, la Cuaresma tiene un significado especial. La misericordia de Dios se muestra generosa con nosotros. Sale a nuestro encuentro para perdonar nuestras faltas y debilidades. Debemos abrir nuestro corazón, en una entrega sin reservas. Dios es un padre que nos acepta como hijos suyos y nos cuida con amor. En este tiempo litúrgico, debemos vivir de un modo más intenso la misericordia del Señor. Son días para acercarnos a los que más necesitan nuestro apoyo y solidaridad. Nuestra conversión debe pasar por un cambio de actitud ante esta sociedad injusta. Nada nos puede ser ajeno en el sufrimiento de tantas personas que no pueden seguir el ritmo alocado de los tiempos. La Cuaresma es tiempo de reconciliación con Dios y con nuestros hermanos. De nada sirven las ceremonias litúrgicas a las que podamos acudir, si no somos capaces de responder positivamente a ese anciano o ese niño que nos interrogan con su mirada. El camino hacia la Pascua es difícil; tiene que suponer una renovación profunda, no solo en nuestro interior. La Iglesia nos pide que tengamos unas actitudes cristianas y sociales que nos ayuden a seguir el ejemplo de Cristo, cuando el pecado nos aleja de Dios. Vamos a detenernos un momento para conocer cómo hemos respondido a la misericordia de Dios, en la relación con nuestros hermanos. Nuestra actitud debe ser sincera para que, adecuadamente preparados, podamos celebrar los misterios pascuales. 

miércoles, 10 de febrero de 2016

MIÉRCOLES DE CENIZA

      La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza. Es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón. La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que la vida definitiva nos espera en el Cielo.
      Las palabras que se usan en la imposición de cenizas son:
     - "Recuerda que eres polvo y en polvo te convertirás".
     - "Conviértete y cree en el Evangelio".
 
ORIGEN DEL RITO
 
    En la antigüedad, era costumbre de los judíos cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y como signo de conversión a una vida con Dios. En los primeros siglos de la Iglesia, quienes querían recibir el sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial", como señal de su voluntad de convertirse. A finales del siglo IV, la Cuaresma adquiere un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI la Iglesia de Roma acostumbra a poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia para la conversión.
 
SIGNIFICADO DEL CARNAVAL AL INICIO DE LA CUARESMA
 
     Carnaval significa "adiós a la carne" y su origen se remonta a tiempos antiguos cuando por falta de medios de conservación adecuados, los cristianos tenían la necesidad de acabar, antes de que acabara la Cuaresma, con todo lo que no podían consumir durante ese período (no sólo carne, también leche, huevos, etc.) Con este motivo, el día anterior al Miércoles de Ceniza se organizaban unas fiestas populares denominadas carnavales, donde se consumían todos los productos que se podrían deteriorar  durante la Cuaresma.
 
AYUNO Y ABSTINENCIA
 
     El Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo debe guardarse ayuno y abstinencia. La abstinencia obliga a partir de los 14 años y el ayuno de los 18 hasta los 59 años. El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia en no comer carne.